Adolescentes de todo el país, integrantes de las juventudes partidarias y representantes de diversas instituciones se reunieron el 19 de marzo en Magnolio Sala para construir propuestas a futuro con una mirada joven en temas de salud mental, cambio climático, educación, violencia y participación política.
El encuentro fue parte del ciclo “Diálogos sobre el futuro de Uruguay” y estuvo liderado por UNICEF y PNUD. Los primeros cuatro ejes del diálogo representan las principales inquietudes del Consejo de Adolescentes de UNICEF, conformado por jóvenes de 14 a 20 años, con diversidades identitarias, geográficas, socioeconómicas y etarias. El tema de participación política se definió en el marco del año electoral y la oportunidad de consolidación de los líderes políticos del futuro.
Durante la apertura, el representante de UNICEF en Uruguay, Francisco Benavides, remarcó que esta es la apuesta que adolescentes y jóvenes quieren que hagamos como sociedad y dijo que Uruguay debe hacer una elección: o escucha a los jóvenes o se pierde la oportunidad de contar con su perspectiva para construir un país con más desarrollo y mejor calidad de vida.
En la misma línea, el representante de PNUD en Uruguay, Alfonso Fernández de Castro, consideró que ningún país tiene futuro si no incorpora a sus jóvenes en estas definiciones.
HACIA DÓNDE QUEREMOS IR
Los jóvenes plantearon sus principales aspiraciones, así como caminos posibles para que sus iniciativas se hagan realidad en los próximos años.
Eliminar el estigma sobre los problemas de salud mental, que se pueda hablar de ello sin que sea visto como algo débil o malo, y que se instale una red de atención donde se haga un seguimiento de los adolescentes, no solo en casos extremos de crisis, fue uno de los puntos principales.
Además, se señaló la importancia de contar con espacios de escucha diversos y honestos en los centros educativos y jerarquizar la educación ambiental para crear un compromiso de parte de todos. Como posible solución para que se apliquen las políticas ambientales existentes, los jóvenes sugirieron incorporar sanciones económicas ante casos de incumplimiento.
Para erradicar la violencia de las instituciones y los barrios se insistió en la oportunidad de que los organismos unan sus presupuestos y tomen acciones conjuntas. Esto, impactaría en mayor protección y seguridad, permitiendo que niños y adolescentes puedan salir a la calle sin miedo.
Finalmente, reclamaron tener incidencia real en la toma de decisiones con un espacio en el Parlamento donde sus planteos no solo sean escuchados, sino que generen impacto.
EL ROL DE LAS JUVENTUDES EN LAS POLÍTICAS
Por su parte, los integrantes de las juventudes políticas del Partido Nacional, Partido Colorado, Frente Amplio y Cabildo Abierto dieron su punto de vista sobre el lugar que hoy ocupan los jóvenes en las políticas del país y el quehacer político.
Dijeron que hoy en día a ellos les resulta difícil hacerse escuchar y que para legitimar su espacio muchas veces el camino es abrir una lista y obtener votos. Hoy su rol es poner sobre la mesa temas que muchas veces no están y que son preocupaciones sociales.
La necesidad de hacer cambios profundos en Uruguay también fue mencionada pues no hay una representación generacional adecuada; a modo de ejemplo para ser diputado se requieren al menos 25 años y para senador o intendente 30.
Para lograr un cambio y que puedan influir más y mejor, consideraron fundamental que los jóvenes, sean de la sociedad civil o de los ámbitos interpartidarios, hagan una contribución generacional conjunta para nutrir con ideas a la actividad política y lograr ese espacio donde realmente se toman las decisiones.